AGUILEÑA, ‘cierta planta ranunculácea’, seguramente del b. lat. aquilegia íd., compuesto de aqua ‘agua’ y legĕre ‘recoger’, así llamada porque sus pétalos recogen el agua de lluvia.
1.ª doc.: guileña 1592 (Ríos), aguileña h. 1780 (Palau, vid. Colmeiro, I, 75).
No hay datos de la existencia de aquilegia fuera del latín moderno de los botánicos, pero aquilex y aquilegus en el sentido de ‘buscador de fuentes’ se hallan en la Antigüedad, y una variante aquileius de las Notas Tironianas (ThLL) es alteración de *aquilegius, de suerte que puede aceptarse esta etimología de Kluge. El cast. aguileña parece ser corrupción de aquilegia por influjo del adjetivo aguileño (Gili, RFE, VI, 182). Otros nombres hispánicos citados por Colmeiro, como los cast. palomilla, palominera, pelícanos, pajarillas, port. pombinhos, gall. paxariños, cat. aucellets, pueden haber sido sugeridos por la falsa relación de aguileña con águila. En varios idiomas modernos se han conservado representantes más o menos alterados de AQUILEGIA: port. acoleja, fr. ancolie, alem. aglei, akelei (a. alem. ant. agaleia), neerl. akolei. ¿Comp. alav. aguilonia ‘nueza’?