AGNOCASTO, del latín botánico agnus castus íd., y éste del gr. ıƔνος íd.; habiéndose confundido esta palabra con el gr. ģƔνóς ‘casto’, se creyó que la semilla del agnocasto podía emplearse como remedio para guardar la castidad; de aquí que se agregara el lat. castus a su nombre.
1.ª doc.: Gordonio, S. XV.