ADEMÁN, origen desconocido.

1.ª doc.: Fin S. XIII, 1.ª Crón. Gral.1

No se ve manera de explicar ademán como derivado de mano. Aunque, según observan Aut. y Cej. (La L. de Cervantes), ademán no sólo se aplica al movimiento de las manos, sino a la actitud general del cuerpo, y Cervantes sólo lo usa en este sentido, esta etimología no sería difícil por razones semánticas, pero sí es imposible desde el punto de vista morfológico, pues además de la falta de -o2 no se explica la agregación de los prefijos a- y de-, ya que no existe un verbo *ademanar ni se halla ninguna formación análoga. La ac. inicial pudo ser la de ‘gesto fingido o engañoso’3, pues la 1.a Crón. Gral. habla de fingir ademanes y en las Cantigas del Rey Sabio adamán es claramente ‘falsedad’, ‘ficción’4. No veo posibilidad de relacionar esto con ADAMAS, ADAMANTIS, ‘diamante’, ‘dureza’, ‘imán’5; sin embargo, esta posibilidad no puede descartarse del todo: de ‘fuerte, duro’ se pasa fácilmente a ‘cruel, malo’ y aun a ‘frío y engañoso’, lo cual es ya casi la ac. antigua de ‘ficción’. En todo caso, es lugar común en bajo latino el empleo de adamas como prototipo de la fuerza y dureza: «quodsi velut auro adamantis fortitudo, vel adamanti honor daretur auri» «Paulum... cuinam verum poterit quis comparare, cui ferro, cui adamanti? Quidnam aliquis illam appellet animam vel magis adamantinam? Nam et omni erat adamante fortior, auro gemmisque pretiosior» Vorágine, Leg. Aur., cap. 90, ed. Graesse, 391.28 ss. Por ahora todo esto no pasa, empero, de una posibilidad algo vaga. Si el significado originario hubiese sido ‘gesto imperativo o exhortativo’6 podríamos pensar que se trata de oc. ant. deman ‘demanda’, ‘reclamación’, ‘deseo’, o de una forma oc. ant. *ademan derivada del verbo ademandar, variante de demandar; es posible que de aquí, interviniendo mano por etimología popular, se pasara a ‘gesto en general’ y luego a ‘gesto fingido’, ‘ficción’, pero la antigüedad de esta última ac. sugiere más bien la evolución contraria. De todos modos la terminación que tiene la palabra en portugués, ademan, ademã (plural ademanes, ademães7 demuestra que por lo menos en este idioma es vocablo de procedencia extranjera. No veo nada parecido en árabe; aunque quizá exista relación con zemán («zagal soy de buen zemán / juro a san») empleado por Lucas Fernández, ed. 1514, fol. Β, b. Sin embargo debería buscarse más por este camino. No es preciso insistir en lo inverosímil de la etimología vasca aditzera eman ‘dar a entender’ que por un momento sedujo a Diez, Wb. 415: bastará notar que la contracción vasca adieman supuesta por Larramendi es puramente hipotética.

1 Cita del DHist., que no es posible comprobar por haber error en el número de la página. La cita siguiente es de 1575. Hay muchos ejs. del Siglo de Oro.―

2 Ademano figura en una égloga castellana de Sá de Miranda (V. el glosario de C. Michaëlis). Mas no podemos hacer mucho caso de esta variante usada por un portugués y puesta en boca de pastores que estropean el lenguaje culto.―

3 De aquí ‘gesto afectado’, ‘modales rebuscados’, que es frecuente (DHist. 2).―

4 «Outrossí por mi roga, / Virgen do bon talán, / que me guard’o teu Fillo, / d’aquel que adamán / mostra sempr’en seus feitos, / et d’aqueles que dan / pouco por gran vileza / et... mostran que grand’affan / prenden u quer que vaam / pero longe non vam. / Outrossí que me guardes... d’ome que assaca / que é peor que can; /et dos que lealtade / non preçan quant’un pan, / pero que sempr’en ela / muito faland’están» 401, estr. 7. En «la missa compria ben sen adamán» (66, estr. 8) es sin duda ‘completamente sin falsía, sin falta’. En. 245, estr. 15, tenemos ya la ac. moderna: «nen fezeron adamán sol de ll’en ele travaren». Hacer ademán seguramente fué primero ‘hacer como que se va a hacer algo (y no hacerlo)’.―

5 Sí podría relacionarse con el adamar de Juan Ruiz, si éste en 941c significara ‘filtro amoroso’, como se ha dicho. Pero creo que en realidad se trata de una prenda o regalo de enamorado, lo mismo que en 915b, donde luego se explica que estos adamares son sortijas y cintas. Es el verbo adamar derivado de amar, sustantivado.―

6 De hecho esta acepción no es rara: «en ademán de pedir misericordia» Solís, «en ademán de comunicar sus órdenes» Mesonero Romanos, «en ademán de conjuro» Alarcón, «amonestándole con este ademán que tuviese secreto» Gracián, «haciendo ademanes pidan sin ton ni son» Quevedo. Me limito a citar ejemplos de la Academia sin buscar especialmente.―

7 Ejemplo del S. XVI en Moraes.