ABÉS ant., ‘difícilmente’, del lat. VէX ‘apenas, difícilmente’, con a- por influencia de apenas.

1.ª doc.: med. S. X (veiza: Gl. de S. Mill., 10)1.

Avez todavía se lee en el Conde Luc., ed. H. Ureña, p. 122. Sólo conservado en rum. abĭà, sobreselv. vess íd.; port. tamalavés (S. XVI) íd.2; quizá fr. ant. a vis onques, que presenta una dificultad fonética. En castellano el paso de -էX a -eis es regular en fin de palabra, comp. SĔX > seis; después -eis se redujo a -es como en beiso > beso, cerveisa > cervesa > cerveza.

1 La forma abés, que es la más frecuente, ya en el Cid.―

2 En la 1.a Crón. Gral. se halla mal abés ‘un poco, apenas’; en el Graal castellano malavez, y en Hernando de Talavera, NBAE XVI, 40a: «deve alzar mala vez los ojos a mirar al Señor, guardando aquella reverencia y acatamiento que le guardó Moisés». Más ejs. de la misma grafía cita E. Asensio, RFE XXXVI, 337. Para estos casos castellanos en los que se ha agregado el adverbio mal, comp. a malas penas. De aquí port, malavez (en Sá de miranda, † 1558), port. dial, malavesinho, y agregándose tam ‘tan’: tamalavés. C. Michaëlis, Hom. a M. P. III, 466-8.