ABRA ‘ensenada’, del fr. havre m. ‘puerto de mar’, ‘puerto que queda en seco a la bajamar’, y éste del neerl. med. havene ‘puerto’ (=ingl. haven, alem. hafen, escand. ant. h྿fn).

1.ª doc.: 1478 (Woodbr.); 1590, DHist.

También port. abra ‘ensenada con fondeadero’ [h. 1550: A. Galvão, J. de Barros]. Descubrió el origen de la palabra española Littré, cuyo artículo puede verse para la historia del vocablo francés. El cambio de género se explica porque un abra y una abra se pronuncian igual. Es inverosímil que el cast. abra sea derivado de abrir, dada la existencia de la palabra en francés, de donde han venido tantos términos navales; por otra parte son raros los postverbales de este tipo. Sin embargo, una vez entrado en castellano el vocablo fué sentido popularmente como derivado de este verbo, como se ve por la ac. colombiana ‘hoja o batiente de una puerta o ventana’ (Cuervo, Ap., § 911) y por las que registra el DHist.: ‘grieta sísmica’, ‘distancia entre los palos de un buque’. En América, actuando el mismo influjo, y la tendencia general del habla criolla a aplicar el vocabulario marítimo a la topografía continental, abra tomó pronto el significado de ‘abertura entre dos montañas’, por lo general un valle ancho y despejado, a distinción de los fragosos o quebradas, o bien un collado abierto y fácilmente practicable: esta ac. se halla ya en el P. Las Casas, hoy es muy viva en el Río de la Plata, Venezuela, Colombia y Cuba, y la hallamos atestiguada por la toponimia en Chile, Perú, Cuba, Costa Rica y Filipinas1; aunque en escritores americanos de la época colonial se encuentra desde Chile hasta los Estados Unidos, no parece haber existido en España, donde es completamente ajeno a la toponimia. Véase AILC I, 10 n. 2; II, 177-8. Esta ac. americana está ya en Cieza de León: «los pueblos y provincias del Perú están situadas en la manera que he declarado, muchas dellas en las abras que hacen las montañas de los Andes y serranía elevada» (Rivad. XXVI, 413b). Me dice un amigo haberlo leído en viejos cronistas de Nuevo Méjico o California y abunda también en la toponimia colombiana.

1 En alguno de los nombres de lugar que se citan en estos países (Espasa) puede tratarse de la variante semántica ‘lugar descampado en medio del bosque’ que hallo en partes de la Argentina (Catamarca, riberas del Uruguay) y de Méjico (Tabasco).