AÑICOS, ‘pedazos pequeños en que se rompe algo, trizas’, origen oscuro, probablemente de un radical hispano-céltico *ANN- ‘paño’, que ha dado, con otros sufijos, el gallego-portugués anaco, naco, ‘pedazo’, y quizá el cat. anyoc ‘racimo’, ‘mazo’.

1.ª doc.: Cervantes, Teatro; y Rosal, 1601; Cej. VI, § 22.

El gall. anaco significa ‘pedazo (p. ej. de pan)’ (VKR X, 147; Vall.) y se dice cair en anacos o a anacos para ‘hacerse añicos’ (RL VII, glos. de 1850; y la copla citada por Tiscornia, M. Fierro coment., p. 446); esta forma se extiende hasta el port. del Miño (Fig.), mientras que en el resto del dominio lingüístico corre naco ‘pedazo (de pan, de jamón, de tabaco, etc)’, que desde el Brasil pasó a la Argentina, especialmente en el sentido de ‘pedazo de tabaco’ (Tiscornia, l. c.). Es evidente que anaco y añico son derivados de un radical común con sufijos diferentes, y con la representación de la NN que es normal en los dos idiomas. Aunque en castellano sólo se emplee el vocablo en la locución hacer añicos. O quizá pudiera tratarse de un cambio de sufijo de añinos con la acepción primitiva ‘residuos de una piel mal cortada’ que es casi lo que parece significar en Recopil. VII, XIII, 4 (vid. DHist.). El cat. any྿c ‘racimo apretado de frutos’, ‘mazo o grupo de otras cosas’, ya documentado en 1399 (Alcover)1, es más dudoso que tenga el mismo origen, no sólo por la diferencia de significado, que no es grande, sino porque ciertas formas occitanas parecerían demostrar que su ny no viene de NN, sino de N? o GN2. Es imposible la etimología que la Acad. propone para añicos, ár. niqd ‘disuelto, destruido’ (Freytag IV, 325a, no es vulgar), pues en hispanoárabe se hubiera pronunciado *néqad. Cf. el nombre de persona fem. Annico del CIL XII, 3407, con el cual Weisgerber RhGC. 141n., 171, relaciona los nombres de persona documentados en Galicia y Renania Annilio A(n)nita y Annitos fem.

Como en definitiva la etimología de añicos ha quedado hasta ahora sin averiguar, pero tiene importancia decisiva en la cuestión el gall.-port. anaco, será útil dar más pruebas del firme arraigo de este vocablo. En la mejor prosa gallega actual tienen amplio uso anaco y sus derivados: «apenas lle queda un anaquiño de coxa», «un anaco de tempo» Castelao 131.11, 81.2, 20 y passim, pasajes que nos muestran el vocablo como expresión del lenguaje objetivo, sin matiz afectivo (como el del cast. añicos) y con más indicio de antigüedad. Sarm. CatVG. 65r ya registró «anáco, anéco significa un pedazo de pan, de paño, de carne, etc.», nota de gran interés pues nos enseña la existencia de una tercera forma sufijal anaco ~ anéco ~ añico. De ahí el verbo esnacar «hacer pedazos» ( íd. 184v, esnacado ‘despedazado’ (196v); y luego esnaquizar muy frecuente en la pluma de Castelao3.

Ahora bien la coexistencia de los tres sufijos prerromanos -AKKO-, -EKKO-, -IKKO- (y aun -OKKO-), los tres abundantes en las reliquias del celta continental (vid. Holder) nos orienta decididamente hacia una etimología céltica. Y como también Sarmiento habla especialmente de pedazos de paño, pensamos en una correspondencia del lat. PANNUS puesto que el céltico suprimía la P indoeuropea. Realmente se halla el irl. med. anart ‘paño de lienzo’, derivado de esta familia, que, por más que el sufijo (o componente) -art no sea bien claro, en este idioma es una prueba directa de que el céltico tuvo un ANN- hermano del lat. pannus. Esta familia tiene rica representación en varias lenguas indoeuropeas (Pok. IEW 788.22, Ernout-M.): paleosl. o-pona ‘cortina’, a. al. ant. fono ‘paño’ ‘bandera’ (al. fahne; ags. fanu, got. fana) gr. dial. πŲνος, πƲνƓ ‘tejido’ griego πƓνίον íd. y ‘vestido’, πƓνίξομαι ‘yo tejo’ (= dórico πĘνίσƌεται), a los cuales quizá todavía pueda añadirse un apofónico prus. ant. pa-pimpis ‘cojín de la silla de un caballo’ (glos. de Elbing 444); si todo viene como se ha sugerido, de la misma raíz que el lit. pìnti ‘trenzar’, arm. henum ‘yo tejo’, esl. pĭn྿, quizá tendríamos que agregar todavía otra forma céltica con pérdida de la P-: irl. ant. ēt- ‘vestir’ < PEN-T (= gr. πάτος ‘vestido de Hera’ Hes.). En conclusión, hay base suficiente para admitir que un ANN- ‘paño’ existió en hispano-céltico, del cual derivó éste una especie de diminutivos ANNAKKO-, ANNEKKO-, ANNզKKO- ‘pedazo de paño’ (y aun quizá ANNOKKO- de sentido más evolucionado) luego extendidos a los de otras cosas.

DERIV.

Esñizar ast. ‘destrozar, hacer añicos’ (V), ‘descuartizar’ (R), cruce de *añicar con el sinónimo (d)estrizar.

1 Es palabra dialectal empleada en Vic, Mallorca y otras partes; en cambio pertenece al uso común el sinónimo many྿c, que resultará de un cruce de anyoc con el común manat ‘manojo’; compárese, por lo demás, con port. manhoco «feixe de vides», gall. miñoca en Ribadavia (J. L. Pensado, Opúsculos gallegos S. XVIII).―

2 En el valle de Aran se emplea nòc ‘mazo, racimo’, ‘ramillete de flores’, que confirmaría la NN etimológica, pero en otros pueblos corre nyòc, nyoquet. Podría ser forma tomada del catalán, y también podría atribuirse origen hispánico al bearn. gnoque, gnosque, mougnòc «bosse, bigne, tas» (qu’èren touts en gnoque), agnoucà-s «se pelotonner, se mettre en boule», pero el delfinés nióc «groupe ou grappe de fruits; gros fragments de pâte dans une soupe» (Martin, Le Patois de Lallé, en Bas-Champsaur, habla en la que abundan los casos de ñ disociada en n?) está ya demasiado lejos para poder venir de España. En cambio esto recuerda el it. nòcchio ‘racimo, mazo’, ‘hueso de fruta’, gnòcco ‘albóndiga’, cuyo origen no está bien averiguado (el que da el REW 5947 es imposible para las formas catalano-occitanas).―

3 144.21, 199.12; «se rompe en dous cachos e dá co a cruz sobor das gradeiras esnaquizándose 133.18, frase por la que vemos que es hacer pedacitos mucho más pequeños que un cacho. Sarm. se fijó sobre todo en una variante eslaquizar, que será debida a cruce con lañar o un eslañar, y que define «hacer jiras y pedazos la ropa» «romper, deshacer ropa, pan u otra cosa» 187r, 185r, 196v.