ÑAME, nombre de una planta (Dioscorea data o Sativa L.) cuyas principales variedades se llevaron a América desde el África Occidental; el nombre también parece proceder del África, pero es incierto si es palabra hereditaria africana o expresión onomatopéyica, creada en los primeros contactos entre portugueses y bantúes.

1.ª doc.: 1492, Colón (niame).

En 5 pasajes del diario de Colón, correspondientes a noviembre y diciembre de este año, se ha leído mames y en otro niames. Parece que ésta debe de ser la lección correcta1. Como Colón emplea todavía pocas voces indígenas americanas en el relato de su primer viaje, y la palabra sale ya veintitrés días después del Descubrimiento; y como ni él, ni Oviedo, ni el P. Las Casas, dicen en parte alguna que ésta sea palabra americana, parece que se trata de una palabra aprendida por Colón antes de su primer viaje al Nuevo Mundo, en el trato con navegantes portugueses, o directamente de los salvajes en sus expediciones al África; dice Oviedo, en efecto, que el ñame es «fructa estrangera e no natural de aquestas Indias... la qual vino con esta mala casta de los negros». Por el contrario, él y Las Casas tratan de relacionar el ñame con plantas indígenas de las Antillas (batatas y ajes), como si éstas fuesen mejor conocidas para ellos, y precisando que no son exactamente lo mismo; Colón, en cambio, emplea niame como término genérico aplicándolo a esas varias plantas, cuyo nombre por lo visto ignoraba, y trataba de asimilarlas a otra planta que conocía mejor desde antes del Descubrimiento. El Padre Cobo nos dice que, ya a fines del S. XVI, el ñame era bien popular en las Antillas, y se empleaba junto con aje (voz nativa de América) como nombre de una planta que servía para la alimentación de esclavos y gente de servicio; posteriormente, ñame acabó por suplantar del todo a aje (que primitivamente parece haber designado algo ligeramente distinto) y hacer olvidar esta palabra indígena: sin duda porque aquel nombre era más familiar a los negros, que se nutrían de este alimento. Todo indica, pues, que ñame es voz extraña a América, aunque por otra parte su tempranísima aparición prueba que no sólo fué traída a este Continente por los negros mismos, sino también por los descubridores. Para abundante documentación acerca del problema, vid. F. Ortiz, Glos. de Afronegrismos, 371-3; Hz. Ureña, Indig. 18n., 82-83n., 86; Dalgado, Gloss. I, 469-70; Friederici, Am. Wb. 450-12.

Se ha afirmado repetidamente que es voz del Congo o de otras regiones del África occidental, y aun se cita la variante originaria niambi, niami (Fried.); se agrega que en muchas lenguas bantúes se emplea la raíz nyam- para decir ‘comer’ (vid. Ortiz). Pero como el problema no ha sido examinado por eruditos conocedores de la Lingüística bantú, nada puede asegurarse por ahora. Una raíz nyam- ‘comer’ tiene difusión muy amplia: nyama ‘alimento, comida’ y fer nyam-nyam por ‘comer’ son, p. ej., voces usuales en el catalán infantil, y también como voces expresivas en boca de gente adulta; además hay el cat. nyàmera como nombre del Helianthus Tuberosas. La opinión de Schuchardt (Litbl. VIII, 140), de gran autoridad en la materia, de que el nombre del ñame es onomatopeya y significa propiamente ‘fruta comestible’ en general, tiene, pues, considerable verosimilitud, y podría aun apoyarse con el empleo genérico que da a ñame Colón; el propio Schuchardt nos informa (como nadie estaba en condiciones de hacerlo) de que ñam- ‘comer’ está bien representado en los dialectos «criollos» portugueses e ingleses, otro fuerte apoyo de la idea. ¿Nació esta onomatopeya en bantú o sólo en la media lengua que para entenderse emplearían en sus primeros contactos portugueses y negros africanos? Es otro problema que no estamos en condiciones de resolver. Las afirmaciones de viajeros africanistas, y aun los datos de algún diccionario de estos idiomas, no bastarán para resolver el problema. Hace falta el estudio de alguien versado en la gramática histórica y comparada de las lenguas bantúes. Por ahora sólo podemos decir que la hipótesis de una creación ocasional y para entenderse, entre negros y portugueses, tiene verosimilitud.

DERIV.

Ñamera: en Cuba se emplea ñame sobre todo para la raíz comestible de esta planta, a la cual le corresponde este derivado, aunque en la práctica es poco usado, y más bien se dice mata de ñames (Ca. 328).

1 Fz. de Oviedo en 1535 escribe «una fructa que se llama Names, digo mames». Pero también ahí habrá que leer niames.―

2 Agregaré que la variante inhame, que es la usual en portugués [1500], es también conocida en castellano (iñame), aunque poco frecuente, p. ej. en Toribio de Ortiguera, h. 1560, Jornada del Río Marañón, en Hist. Primitivos de Indias II, 330. Puede explicarse por la rareza de la inicial nh- en portugués.