ÁRBOL, del lat. ARBOR, -֊RIS, íd.

1.ª doc.: árbor 11971; árbol, Berceo.

Cej. V, § 52. Predomina antiguamente la grafía con -b- (Nebr., APal., etc.) sobre la grafía con -v-, comp. port. árvore, pero los sefardíes de Bosnia pronuncian árvol (RFE XVII, 130). El vocablo se conservó femenino como en latín, y como es todavía en portugués2, no sólo en el Fuero Juzgo (Pietsch, MLN XXVII, 168n.5) y en el de Navarra (cita de Tilander, p. 283), sino aun en Nebr.3, aunque no son raros los ejs. anteriores del género masculino. La ac. ‘mástil de buque’ está ya en Nebr.

DERIV.

Arbolado. Arboladura. Arbolar ‘enarbolar, levantar en alto’ [1560-75, Cervantes de Salazar], propiamente ‘poner derecho como el árbol de un navío’. Arbolecer [Nebr.]; la variante arborecer parece que se ha sacado del culto arborescente. Arboleda [Berceo], del lat. ARBORTA íd., vocablo que se consideraba muy vulgar en la antigüedad. Arboledo, de ARBORTUM íd. Arbolete. Arbolillo. Arbolista. Enarbolar [Góngora], comp. arbolar, y el fr. ant. s’enarbrer ‘encabritarse (un caballo)’, ya en los Faits des Romains (a. 1213: Rom. LXV, 489). Ast. briscu ‘arbolillo tierno o arbusto’, ‘el palo del garrote con que se golpea el trigo’, brixu ‘rama delgada’ (V): quizá vengan de *arbriscu, *arbrixu, eliminada la primera r por disimilación; en Sajambre briscos ‘hojarasca y ramitos para lumbre’; Fdz. Gonzz., Oseja, 215, lo relaciona con el galo brisgo ‘especie de arrayán silvestre’, lo que deberá estudiarse.

Cultismos: Arbóreo, de arbŏrĕus. Arborescente, del participio activo de arborescĕre ‘volverse árbol’; arborescencia. Arbusto [1535], del lat. arbustum ‘bosquecillo’, ‘semillero de árboles’, ‘arbusto’, derivado del arcaico arbos (por arbor); arbustivo.

CPT.

Arboricultor; arboricultura. Arboriforme.

1 Más testimonios de esta forma en Cuervo, Obr. Inéd., 213, y DHist., s. v.―

2 Y en gallego medieval: «as ervas e as árvores de todas naturas» Gral. Est. gall. 4.18, 6.12; Ctgs. 411.6. Ya no en el gallego moderno, que emplea, por otra parte, la forma sincopada «os arbres», Castelao 40.31, y más comúnmente albre, íd. 254.13 y passim, «eu ben distingo un piñeiro dun carballo, unha nogueira dun eucalito: o albre endexamáis o vin» íd. 62.31.―

3 «Árbol pequeña», s. v. árbol; también en los artículos almendra y hoja, pero ya masculino, s. v. membrillo. APal., 9b, 28b, emplea promiscuamente los dos géneros.