AÑAGAZA, ‘señuelo para coger aves’, ‘artificio para atraer con engaño’, origen incierto; se ignora si el ár. naqqâza ‘señuelo’ viene del español, o el español del árabe, pues es palabra rara en esta lengua, y sólo documentada en España.

1.ª doc.: 1.ª mitad S. XV, Santillana: añagaçias1.

Cej. VI, § 90. Después de Santillana el vocablo aparece en APal. (497d) en el sentido de ‘acto de hacer acoplar animales sexualmente’, del cual no conozco otro ej.2; el testimonio siguiente cronológicamente es el de Nebr., que da ya claramente la primera ac. (« añagaza para tomar aves: illex»), confirmada por Covarr., por Cervantes y por gran número de ejs. portugueses modernos y del S. XVI: port. negaça (anagaça en Juan de Barros); nagaza ‘trampa’ es también la forma leonesa empleada por Lucas Fernández (ed. Acad., Farsas, p. 145). El vocablo es idéntico evidentemente al hispanoárabe naqqâza, cuyo significado debe ser precisamente ‘señuelo’ (o ‘caza con señuelo’), pues R. Martí (S. XIII) lo da como sustantivo verbal (plural naqāqîz) del verbo náqqaz, traducido vagamente por «venari», ‘cazar’, pero la glosa catalana aenzar aclara que se trata precisamente de cazar con señuelo (cat. enze)3. Pero falta saber si esta palabra es el étimo del vocablo romance (como sugiere Eguílaz, 269, agregando la sugestión imposible de que náqqaz puede a su vez venir del lat. inescare ‘coger con cebo’), o si es más bien voz romance en árabe, como al parecer opinaba Dozy, Suppl. II, 711b4. Es un problema oscuro, pues la raíz árabe n-q-z es poco frecuente y de significados diversos: ‘saltar (un animal)’, ‘huir’ (únicos vulgares), ‘hacer saltar’, ‘matar al enemigo con ataque repentino’; podría quizá relacionarse añagaza con este último, pero no está claro y es ac. mal documentada, registrada solamente por el Qamûs. Por otra parte es muy probable que añagaza esté emparentado con el cat. ant. enagar o anagar5 ‘incitar, animar’, enagar-se ‘aficionarse, entusiasmarse’, anac que Ag. traduce dubitativamente por «halago, añagaza» (puede entenderse también ‘persuasión, consejo’)6. La relación de estas acs. con añagaza ‘señuelo’ y con el port. negaça ‘aliciente, cebo, provocación’ es bastante clara7. Hay otras, pero pueden derivarse fácilmente de las que he citado en primer lugar como fundamentales: ‘persuadir, dar a entender’8, anagar ‘aprobar’ (vid. Ag.). En resumen es fácil pasar de la idea de ‘incitar’ a la de ‘atraer’ (de donde añagaza ‘señuelo’) o viceversa. Entonces la terminación de añagaza sería el conocido sufijo romance y el naqqâza de R. Martí no sería árabe, sino mozárabe; así parece confirmarlo la oposición entre la -z- sonora del castellano antiguo (APal., Nebr., PAlc.) y la -ç- del portugués, oposición que se halla en todos los derivados en -aza, pero que no sería normal si esta consonante viniera de una z árabe; lo mismo indican las variantes en -acia9. Pero el origen de este radical ADNAC- ‘incitar, atraer’ es completamente oscuro10. Sin embargo sería demasiado asegurar que añagaza ha de tener forzosamente el mismo origen que el cat. ant. anagar. Quizá estemos ante un parecido casual, lo cual sería seguro si anagar viniese de *INAQUARE (como el oc. anagar) pasando de ‘embarcar’ a ‘entusiasmar, incitar’11, o si procediese de INDAGAREseguir la pista de un animal’, idea verosímil, pues sólo habría que suponer que se pasó de INDAGARE FERAS a INDAGARE CANEM AD FERAS. Si separamos añagaza de anagar, entonces se abre una etimología sugestiva: lat. necatio ‘acto de matar’, de donde ‘artificio para matar animales’. Lo único extraño entonces es la ñ castellana: casi sería forzoso admitir que del latín pasó al mozárabe y sólo desde éste al castellano: annaqqâza (con artículo árabe) > añagaza. Por otra parte: ¿no habría que esperar ȼ en mozárabe en lugar de z? Quizá no, pues se trata de -TI- y no de Ci. En fin sería preciso admitir que en mozárabe y en portugués es voz semiculta, pues sólo así se explica la conservación de un nominativo. Ninguna de estas dificultades es dirimente, ni mucho menos; pero entre todas hacen dudar bastante de la certeza de esta explicación. Comp. AÑASCAR, que quizá influyó en la ñ de añagaza. GdDD 3461 lo relaciona con AÑASCAR, lo cual, en el sentido genético, es muy problemático, y con AÑUSGAR, lo cual es imposible.

1 Ed. Cl. Cl., p. 274. Texto algo diferente, y sin duda mejor, en M. P., Poesía Árabe y Poesía Europea, ed. Β. Aires, pp. 95-96. Se trata del fin de la poesía dedicada al cuco. El sentido no es enteramente claro; parece tratarse de la ac. conocida ‘trampa para pájaros’, ‘señuelo’: «Él [el cuco] que fué [¿léase: él se fue?] a sus añagaçias / que tenía en derredor, / dándole yo muchas gracias / finqué por su servidor». Con esta forma comp. el port. provincial negácia citado por Figueiredo.―

2 «Testiculatio es fazer añagazas echando fembras jumentas a los machos e machos a las fembras». Esta ac. recuerda algo la del ár. Ȑánqaz ‘adquirir, especialmente por la parición, una raza peor de ovejas’ (Qamûs, según Freytag IV, 322b).―

3 Náqqaz lleva como régimen alà ƫ-ƫáȳr, es decir, ‘sobre las aves, contra las aves’.―

4 Dice que el verbo náqqaz está sacado del sustantivo y que éste «est l’esp. añagaza».―

5 También se halla anegar. Sabido es que el catalán oriental confunde totalmente las a y e átonas. De las tres grafías puede desecharse como incorrecta esta última, en vista del postverbal anac. En cuanto a la vocal de la primera sílaba es más difícil decidir. La grafía de R. Martí favorece enagar, que también se halla en el Libre d’Ave-Maria de Lulio (ed. N. CL., 113.14) y en el doc. de 1356; todos los demás tienen a inicial, pero el testimonio de Martí vale por todos los demás figurando en manuscrito del S. XIII.―

6 Esta ac. es clara en La Filla del Rei d’Hongria, ed. Ν. Cl., 31.―

7 Véanse los ejs.: R. Martí glosa šáǤǤa (que Freytag traduce «strenuum, fortem reddidit, ad strenuitatem impulit») con el cat. hēnagar (es decir: ¿hennagar?), según Tallgren, Misc. Alcover, p. 8 de la tirada aparte. «L’abat esforçava e enagava aitant con podia lo monge», Lulio, l. c.; «adonchs fo garnit lo rey de ardiment, per lo qual anegà e guarní totes ses gents de ardiment», Lulio, Meravelles, ed. Ν. Cl. IV, 117. Anagar «animer, exciter», en el Facet, 648, según Morel-Fatio, Rom. XV, 221. «L’almirall... com vaé lo senyor infant... axi ardit e esforçat... no li · n destolgué res, ans ho anegà», Muntaner, cap. CXV. «Que · us anagaré los altres que no han cor de servir Nostre Senyor, e dir-i-e tant jo e · y faré que per açò s’auran a anagar», Jaime I, Crón., ed. Aguiló, 507.6. Aquí ya aparece la ac. reflexiva ‘aficionarse, entusiasmarse’, que vemos clara en este otro ej.: «que faessen semblant de vedar-los la terra, e quant n’auria exida una gran partida d’ells, que començassen de fúger contra la nostra celada, e ells anegar-s’ien d’encalçar-los e cuydar-se-han que no y hage plus de aquells de cavall ne de aquells de peu» (ibíd., § 117 de la ed. de Montoliu, en preparación). Igualmente en el último ej. citado por Ag.―

8 «Que fessen lur poder que no passassen acèn e que·ls enagassen que no ych avie bon camí», doc. de 1356 escrito al Ν. de Berga (Serra, Baronies de Pinós, p. 166). En el segundo ej. de Ag. puede entenderse ‘persuadido, decidido’.―

9 Estas formas podrían hacer pensar en NEGATIO. El que atrae con añagaza promete lo que no dará después (comp. la frase matar a negaça «negar aquillo com que se engodou alguem para o termos obrigado», como dice Moraes). Pero claro está que no es posible semánticamente explicar el cat. ant. anagar por NEGARE. El vocalismo del port. negaça (que todavía no se halla en Juan de Barros) parece ser secundario, provocado por la atracción de negação y favorecido por la vaguedad general de las vocales átonas portuguesas.―

10 Recordemos que Diez había pensado en metátesis *engañaza > añagaza. Claro está que no es posible por muchas razones, entre otras porque la -q- mozárabe no está de acuerdo con una g originaria. Más imposibles todavía son las otras ideas indicadas por Diez y por Nascentes. El oc. ant. s’enagar no tiene nada que ver con el cat. anagar; sólo figura en Guilhem de la Barra y el contexto confirma la traducción de Paul Meyer ‘embarcarse’: es IN-AQU-ARE.―

11 Cierto es que esperaríamos entonces -guar en catalán, pero hay algún caso semejante de pérdida de la u.